El Barça siempre está obligado a ganar. Es una exigencia que se asume cuando se viste la camiseta azulgrana. Pero una cosa es sentir esa presión con el aliciente de recortar los cinco puntos de ventaja con los que el Madrid ha llegado a esta jornada, como podría haber sucedido hoy teniendo en cuenta que el equipo de Jose Mourinho perdía 1-0 ante el Mallorca en el minuto 71, y otra distinta es jugar con la obligación de no fallar para no perder la Liga tras la remontada blanca en Palma con goles de Higuaín y Callejón en los minutos 72 y 85. El conjunto de Pep Guardiola sabe que ante el Betis (21.30 horas, Canal + 1) sólo le vale la victoria. Otro resultado le serviría al Madrid para alejarse a 7 ó 8 puntos. Y eso está prohibido. Los tres puntos de esta noche son de oro. Como el Balón de Messi que hoy relucirá en el Camp Nou

Tras el empate ante el Espanyol, ganar al Betis debe ser el punto de partida en la persecución del Madrid. Guardiola instó a sus jugadores a recuperar la solvencia en lo que queda de Liga. 63 puntos, nada más y nada menos, una cantidad suficiente para intimidar al eterno rival siempre que no se hagan más concesiones.

La autoridad exhibida por el Barça en el Camp Nou invita al optimismo en esta primer capítulo de la caza del Madrid. Víctor Valdés no ha encajado ningún gol en los nueve partidos ligueros jugados en el Estadi en la presente Liga, con un parcial espectacular de 39-0 y un único tropiezo, aunque importante en un campeonato tan igualado: el 0-0 contra el Sevilla. La falta de fiabilidad se ha producido a domicilio, no en casa.

Sin embargo, el Betis es un equipo trampa que ya ofreció una gran imagen la pasada campaña ante el Barça en cuartos de final de la Copa del Rey. En el Camp Nou fue valiente y tuvo muchas ocasiones pese al 5-0 final y en el Benito Villamarín se impuso 3-1. Pepe Mel es de los pocos entrenadores que puede presumir de haber ganado un pulso a Guardiola y afronta el partidode esta noche con la tranquilidad que le dan los nueve puntos ganados de forma consecutiva ante Valencia, Atlético y Sporting. El equipo verdiblanco, aunque sin el sancionado Beñat, llega en una gran momento.

El clásico copero, secundario

El Barça afronta el encuentro con sólo 15 jugadores de la primera plantilla debido a las lesiones de Villa, Afellay, Fontàs y Pedro, al traspaso de Maxwell al PSG y a la marcha de Keita con Mali a la Copa África. Guardiola no podrá hacer demasiadas rotaciones entre sus titulares habituales, aunque tampoco se esperaban valorando la importancia de los tres puntos en juego. El desplazamiento al Santiago Bernabéu para disputar el miércoles la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey queda en un segundo plano. Y no es un tópico o una estrategia verbal de Guardiola. Lo de hoy es más importante. Es la Liga, como recuerda el técnico de Santpedor.

Para aumentar el abanico de opciones tácticas, en la convocatoria entran cuatro jugadores del filial. Al ya habitual Cuenca se han unido Jonathan dos Santos, Sergi Roberto y Martín Montoya. Uno se quedará en la grada. Son las soluciones de casa, el mensaje de que la Liga se va a disputar con la filosofía de la que el club y sus aficionados están orgullosos: a por el título con la cantera