Nerviosismo verdiblanco, arma manchega

Mucha expectación está causando el choque que este sábado disputarán Betis y Albacete. Un encuentro, que si bien no acercará el ascenso a los de La Palmera, sí que puede dejarles prácticamente eliminados de la lucha en caso de que se de un resultado negativo. De esta manera, los manchegos arribarán a la antigua Híspalis con una premisa fundamental, provocar el nerviosismo en las gradas del coliseo bético, para que éstas contagien a unos jugadores cuya valía está puesta en entredicho.

En esta tesitura, los jugadores del Albacete que han atendido a los medios de comunicación, coinciden en que deben aguantar el primer arreón verdiblanco, y si es posible, ponerse por delante, para crear así un ambiente de crispación entre la hinchada bética que convierta el partido en un infierno para los hombres de Víctor Fernández. Uno de los que se ha expresado en estos términos es el ex sevillista, Salva Ballesta. “Es indudable que siempre motiva jugar contra un rival de esa entidad y en un campo como el Ruiz de Lopera. El equipo tendrá sus opciones y si sabemos aprovecharlas y nos adelantamos en el marcador saldrán los nervios porque el público del Betis es exigente”, comentó.

Al igual que Salva, el arquero manchego Jesús Cabrero, afirma que será un encuentro motivante en el que la afición puede jugar a favor de sus intereses. “Es un partido que a todo jugador motiva y que será complicado por la calidad que tiene el Betis en su plantilla”. Por esa necesidad de los béticos, Cabrero cree que si se aguantan bien los primeros minutos “podrán comenzar los nervios entre el público verdiblanco”.

En definitiva, el sábado se verá quien tiene razón, y si el arma que espera utilizar el Albacete, es decir, la afición verdiblanca, resta o suma para los intereses de los de las trece barras. Lo único cierto, es que tras tanta decepción, quien debe tirar de la afición son los que se visten de corto, y no al contrario.