neiritax

Los había guapos, ricos, tiernos, apasionados, románticos… Podía haber escogido a cualquiera pero mire usted por donde, me enamoré del mas caprichoso, del Betis. Me avisaron de que sufriría pero sus argumentos no me convencieron, sino todo lo contrario, aumentaron mi interés. A mí no me importaba sufrir y mucho menos por amor. Para un romántico, el sufrimiento es uno de los mejores ingredientes para el amor, su mejor salsa.