02-03-1978-villamarín

"Noche de gran ambiente em el "Benito Villamarín" en el primer partido de los Cuartos de Final de la Recopa-Copa de Europa de Campeones de Copa. Comenzó lloviendo pero amainó el temporal que había caído en las últimas 24 horas en Sevilla. Gran lleno en el estadio bético, casi un 95 por ciento del aforo cubierto. Terreno blando que luego pasaría a embarrado.

DYNAMO DE MOSCÚ: Gontar (3); Paroy (4), Dolmatov (5), Boubnov (5), Movikov (4), Minaev (4), Petruhin (4), Marsinenko (3), Jakovic (3), Gershrovic (3) y Kazachenov (3).

No hubo cambios en el conjunto soviético. Empleó un sistemo de juego de 4-4-2.

REAL BETIS BALOMPIÉ: Esnaola (4); Biosca (4), Sabaté (4),  Gordillo (4), López (3), Alabanda (4), Mühren (3), Cardeñosa (4), García Soriano (3), Eulate (2) y Anzarda (2).

A los 75 minutos Del Pozo (--)  sustituyó a García Soriano, y en el minuto 83 Bizcocho (--) suplió a Mühren.  El Real Betis empleó un sistema de juego a base del 3-4-3.

Abitro: El escocés Foote. Bien, en un encuentro jugado con virilidad pero también deportivamente. No obstante mostró tarjetas a los soviéticos Movikov y Marsinenko. Y al bético García Soriano.

No ha podido el Real Betis Balompié salvar la muralla que le presentó en este primer partido de los Cuartos de Final de la Recopa (Copa de Europa Campeones de Copa) el Fútbol Club Dynamo de Moscú.

El 0-0 estuvo a punto de saltar en la fase inicial del encuentro, pero el poste se alió con los soviéticos. Como lo haría también el larguero en el segundo período, en ambas ocasiones tras remates del delantero centro Eulate. Pero aunque los postes hayan privado al Real Betis de una victoria, vaya por delante el reconocimiento de que el campeón ruso ha merecido este empate alcanzado, que le da toda la ventaja para cuando el 15 de marzo, en Tiflis no en Moscú como se sabe, se afronte el segundo y decisivo encuentro de la eliminatoria.

LA BATALLA POR EL MEDIO DEL CAMPO: Rafael Iriondo se jugó una carta que casi nadie esperaba al variar el sistema habitual de su equipo por un 3-4-3. Con ello pretendía el entrenador bético contrarestar el consabido y anunciado 4-4-2 de los soviéticos. Es decir plantearle la lucha en el centro del campo. El Betis llevó en esa zona más la iniciativa pero ésta moriría casi siempre en la seria y contundente defensa soviética, donde Dolmatov todo lo barría. Ciertamente los jugadores béticos actuaron bajo un marcaje por zonas, pero de una severidad tal  que allá por donde circulaba el balón siempre había hombres del Dynamo. Un Dynamo que ha basado todo en su esquema de contención, con una perfecta demostración de fuerza física, y que cuando montó sus contragolpes no los hizo únicamente con sus dos puntas, sino con cuatro o incluso cinco jugadores que tanto se replegaban como atacaban según quién estuviera en posesión del balón.

OCASIONES PERDIDAS: Hubo ocasiones de goles en la primera parte, concretamente en el minuto tres, cuando se sancionó un libre indirecto en el área soviética y el disparo final de Alabanda lo rechazó la barrera. Al minuto habría susto para el Betis en un disparo de Minaev, que salió rozando el palo. Y siguió, no obstante, atacando el Real Betis, que serenó su juego tras el primer cuarto de hora. y en el minuto 16 un remate de Eulate lo rechazó el portero y cuando Anzarda iba a rematar a gol el balón salió trompicado. Tres minutos después, en el 19, en pleno acoso del Betis, Eulate, sólo ante el portero remató y éste desvió lo suficiente para que el poste rechazara el balón cuando ya se cantaba gol.

Después también en el segundo periodo habría ocasiones de gol que rondarían ambas porterías, pero estas serían ya menos. A los 12 minutos, una extraordinaria jugada de Gershrovich, con remate final de Marsinenko, lo salvó Esnaola a los pies de éste. Un minuto después remató Eulate de cabeza y el balón fue a estrellarse al larguero. Y en el 29, los soviéticos desperdiciaron su mejor ocasión del partido cuando Minaev se quedó solo ante Esnaola y disparó fuera por poco.

IMPERÓ LA FUERZA: Al final se llegaría, pues, sin movimiento en el marcador. Ciertamente lo embarrado del terreno de juego dificultó mucho las acciones creativas de los verdiblancos, que se vieron frenadas cuando no por sus rivales si por la pesadez del terreno de juego que a medida que avanzaba el encuentro estuvo cada vez más pesado. No hubo por ello fútbol vistoso salvo en los primeros 20 minutos, después imperó la lucha por el balón, la fuerza sobre la técnica y en esto, en lo de la fuerza, el Dynamo dió sobradas muestras de tenerla. El Betis buscó el gol pero no lo hizo alegremente sino siempre con desconfianza como si quisiera, pese a la táctica del 3-4-3, conservar imbatido su marco por aquello de la doble validez del gol en campo contrario.

En definitiva, ha sido un partido disputado, no brillante pero sí de emoción de fútbol fuerza. El Real Betis Balompié ha dado la cara ante un Fútbol Club Dynamo de Moscú compacto, serio y eficaz. Quedan las espadas en alto con este 0-0 y la remota posibilidad de que  el "Euro Betis" culmine en campo contrario la hazaña que ahora no lleva encarrilada; pero allí los soviéticos tendrán que exponer más y de ello podría aprovecharse el Real Betis que esta noche se vio frenado por el barro y especialmente por el buen sistema defensivo del Dynamo de Moscú.

(Sevilla 2, crónica del corresponsal Ríos del diario "El Mundo Deportivo" de Barcelona, edición del viernes 03-Marzo-1978, página 5ª).