15-marzo-1978-tiflis

"No pudo ser el Real Betis Balompié ha quedado apeado de la Recopa de Europa al no haber podido vencer ni empatar con goles al Dynamo de Moscú en el partido correspondiente a la vuelta de los cuartos de final del torneo, disputado en esta capital de la República Socialista de Georgia. Y no solo no ha podido lograr un resultado favorable; sino que ha perdido, sin paliativos, por el rotundo tanteo de 3-0.

SE AGUANTÓ BIEN AL PRINCIPIO: Puede sonar a excusa fácil o a tópico. Pero la realidad es que no lo es. Porque no cabe duda de que las múltiples incidencias ocurridas durante el viaje, y de las que los lectores tienen conocimiento, han debido de influir lo suyo en el rendimiento del equipo.

Y eso que durante el primer tiempo el Real Betis aguantó bastante bien, cerrándose excelentemente atrás y alejando cuanto peligro pudiera rondar la meta de Esnaola. Se cumplía así lo previsto por Iriondo cuando en las vísperas del "match" habló de que el contragolpe sería el arma fundamental de su equipo para intentar marcar algún gol. Y aunque no lo consiguió, al menos tampoco lo lograba su rival, el Dynamo de Moscú, que no podía traspasar la muralla defensiva verdiblanca.

Tuvo alguna ocasión el equipo soviético, sobre todo cuando un disparo de Gerskovic, el extremo derecho, dio en la madera. Por contra, tan sólo un remate de Cardeñosa--minuto 18--fue parado por el meta Gontar.

CUATRO MINUTOS FUERON BASTANTES: Mantenía el Betis sus esperanzas enhiestas cuando en sólo cuatro minutos se fueron al traste. Porque en ese espacio de tiempo el Dynamo de Moscú logró sus dos primeros goles, que eran sendos mazazos para las ilusiones béticas de seguir adelante en la competición.

Para entonces el Real Betis Balompié había sustituido a Cobos--lesionado en una semiagresión del extremo derecho ruso Gerskovic--y había dado entrada a Del Pozo, con lo que Gordillo se retrasó para ocupar la plaza de lateral zurdo del cuadro verdiblanco.

Pero la tónica antes del minuto 12--cuando se marcó el primer tanto--seguía siendo la misma. Carencia por completo de ataque y aguantar las embestidas soviéticas a la espera de la oportunidad. Una oportunidad que no llegó porque tanto fué el cántaro a la fuente que al final se rompió y el Dynamo consiguió lo que estaba buscando, asegurarse la eliminatoria.

Del minuto 12 al 16 los rusos lograron dos tantos y la confianza de tener asegurada la eliminatoria. Era el momento en que el Betis debía haberse jugado el todo por el todo buscando el empate a dos que le clasificaría. Pero el equipo verdiblanco, aunque atacó favorecido por el intuitivo repliegue de sus rivales, tampoco pudo hacer nada. Únicamente un disparo de García Soriano--minuto 18--que echó apuradamente a córner Gontar, fue todo su avance ofensivo. Demasiado poco cuando se necesitaban  dos goles para dar la vuelta al marcador.

Y AL FINAL EL TERCERO: Para colmo de males, llegó el tercer tanto soviético, lo que ya sí hundía definitivamente al Betis. Y aún pudo el equipo sevillano encajar un cuarto gol pero el tremendo disparo de Minaev pegó en el larguero de la meta defendida por Esnaola.

Echenle la culpa al viaje; échensela a la baja de Sabaté (lesionado, no sólo no pudo jugar, sino que tampoco estuvo en los banquillos de los suplentes); échensela a lo poco que arriesgó el equipo verdiblanco o a que cuando lo hizo no supo hallar el camino de la meta adversaria. Echénselo a lo que quieran. Pero uno piensa que la eliminatoria se perdió en el primer partido, el disputado en el Benito Villamarín, cuando allí no se pudo marcar ni un sólo gol al Dynamo de Moscú.

En fin que el Real Betis Balompié ha dicho adios a su participación en un torneo europeo. Y para ser la primera vez que tomaba parte, hay que convenir que no lo ha hecho mal del todo al haberse colocado en cuartos de final...

ALINEACIONES Y GOLES: El encuentro se disputó en el Estadio Central de Lenin de Tiflis (o Tiblisi), a unos 1.800 kilómetros de Moscú. Buena temperatura durante el día, que refrescó al comenzar el encuentro, ya con luz artificial.

Arbitró el colegiado noruego Thime, que lo hizo muy bien, tanto él como sus ayudantes. Mostró tarjetas amarillas a Gerskovic a los 24 minutos por desconsideración hacia Cobo; a Cabezas a los 7 minutos de la segunda mitad; y a López a los 35.

DYNAMO DE MOSCÚ: Gontar; Parrov, Kachakonov, Majovikoc; Gugunov, Petrosin; Gerskovic, Dolmatov, Jakuvic, Maximenkov y Minaev.

A sólo dos minutos del final, Pilguin y Nikulin, sustituyeron respectivamente a Gontar y Parrov.

REAL BETIS BALOMPIÉ: Esnaola; Bizcocho, Biosca, Cobo; López, Mühren, García Soriano, Alabanda, Cabezas, Cardeñosa y Gordillo.

A los 31 minutos de partido, Del Pozo sustituyó al lesionado Cobo; y a los 38 de la segunda parte Anzarda a García Soriano.

GOLES:

12 minutos de la segunda parte Gerskovic aprovecha un rechace de la defensa para conectar un disparo desde fuera del área entrando el balón por la escuadra, 1-0.

16 minutos: Pase en profundidad de Gerskovic a Kachakonov y éste, sobre la salida de Esnaola, marca el 2-0.

37 minutos: Maximenkov tira desde fuera del área, la pelota pega en Mühren descolocando a Esnaola y entra, 3-0.

Al encuentro asistieron unos 40.000 espectadores, destacando entre ellos una nutrida representación de hinchas verdiblancos que se hicieron notar con sus gritos de aliento al Real Betis Balompié. Asimismo y desde Moscú, se desplazó a Tiflis el embajador de España en la URSS, don Juan Antonio Samaranch.

(Crónica especial de Ricardo Ríos, Tiflis, 15; diario "El Mundo Deportivo" de Barcelona, edición del jueves 16 de marzo de 1978, página 10ª).