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Paco Chaparro no fue destituido tras el partido

El nuevo tropiezo deja a Paco Chaparro con un pie fuera del Betis. Ayer la afición pidió su marcha incluso después del 3-2 de Oliveira, antes de que el Numancia empatara. Lopera no convocó anoche a sus consejeros para tratar el asunto, pero si se decide a hacerlo hoy o mañana, el técnico será destituido, ya que apenas tiene apoyos. La dinámica en la que está el equipo es peligrosísima.

AUDIO: CHAPARRO, JUANMA Y CAPI EN RUEDA DE PRENSA

Una vez terminado el partido de la jornada 29 en el Ruiz de Lopera, entre el Real Betis contra el Numancia con empate a tres, aquí podéis escuchar las palabras del entrenador Paco Chaparro, y los centrocampistas Juanma y Capi.
Toda ha coincidido que ha sido un partido extraño y que cuando había hecho lo mas difícil que era remontar con un jugador menos, se han encontrado con el penalti de Ricardo en los minutos de descuentos.
El mister ha dicho que cree que la lesión de Sergio Garcia en la celebración del primer podría ser grave.

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Y la afición dicta... silencio

Velasco Carballo pita el final del partido y la afición no sabe a qué atenerse. ¿Silbidos? ¿Aplausos? ¿Bronca? ¿Ánimos? Pues nada de nada. Silencio, silencio de incredulidad y pasmo. Es lo que transmitió este Betis desquiciado e histérico, de impulsos contradictorios y resultados impredecibles, que sacó a relucir ayer su estereotipo menos celebrado. Un disparatado sainete para el Sábado de Dolores en La Palmera, un intenso dolor para el sábado víspera del Domingo de Ramos que dejó mudo al respetable.

Cualquier cardiólogo habría diagnosticado a los casi 45.000 béticos que repletaron Heliópolis en la tarde noche de ayer una merma en el número de años de vida. Y eso que tenía todo a favor. En la previa, una Marcha Verde. Un nutrido grupo de aficionados escolta al autobús del equipo desde la salida del hotel a las puertas del estadio. Al frente, dos mil vatios de música y gritos en un descapotable en donde figura Palmerín. La afición está de lado del equipo.

Más a favor: la Federación de Peñas del Real Betis Balompié reparte 50.000 cartulinas verdes en el graderío. El campo es una enorme mancha verde cuando los dos equipos saltan al terreno de juego. Estos son mis poderes. Las gradas están de parte de los futbolistas y del entrenador, y el ambiente es de conspiración ante un Numancia que ocupa las cloacas de la clasificación y atufa a descenso desde hace unas jornadas. Pero, ¿a qué huele este Betis?

Olor a primavera en el arranque. La afición acompaña al comprobar que los jugadores acometen los primeros minutos con decisión. Sergio García anota tras una precisa jugada de estrategia. Pero el delantero catalán, que ayer cumplió 250 partidos en Primera, se rompe al celebrar el gol, que ya es mala pata. Se va el estratega y el Betis comienza a caerse por el centro. Las líneas se despegan, multiplicándose hasta el punto ciego. El espejo retrovisor de Emana anda nublado, por no hablar del parabrisas y el punto de mira. Los olores en el terreno cambian a verde cadáver, desprendiéndose con descaro desde el vestuario local.

1-1 al descanso y bronca de la afición. La mitad de la sentencia de los béticos es clara: así no se puede seguir. El equipo, más que caerse, se mueve por el rectángulo decaído e histérico. A este Betis no hay quien lo entienda. Como reacción, la afición responde con un constante murmullo: leves pitidos, comentarios revueltos y mosqueos a punto de ebullición.

El murmullo se hace cántico al unísono cuando el Numancia marca el 1-2: "Futbolistas, mercenarios" y el ya reiterado "Chaparro, vete ya". Pero Capi y Oliveira, en un par de arreones, remontan con Nelson ya expulsado. La heroicidad se viene abajo con un salto de Ricardo que recordó al de un hipopótamo en una cristalería. Al término, la sentencia de la afición es de estupor: dicta silencio.

Paco Chaparro pende de un hilo o se podría decir que casi lo ha roto de tanto tirar. Al entrenador del Betis se le están acabando los argumentos para defender a un equipo que da síntomas de sobra de que se ha caído. La afición lo sabe y se lo ha hecho saber al inquilino del banquillo de Heliópolis. Incluso con el 3-2 de Oliveira la gente pidió el cese del trianero. "¿Qué siento? Que soy el entrenador del Betis. Es un sentimiento que es mío y me lo guardo. Tengo fuerza para seguir. Ya estaba un poco negra la situación, pero yo no me voy a entregar", afirmó rotundo Chaparro.

Para el entrenador verdiblanco, el fútbol que desplegaron sus jugadores mereció el premio de la victoria. Pero no un triunfo como el que se acariciaba en el minuto 92 lleno de sufrimiento, sino con un marcador mucho más abultado, una visión algo extraña ya que el Betis no hizo apenas nada en todo el encuentro, además frente a un conjunto tan débil como el soriano. "El equipo no ha estado tan mal hoy. ¿Tú crees que no se ha merecido ganar el partido? Hemos hecho ocho ocasiones de gol. En lo negativo se puede decir que hubo cierta desorganizacion en medio campo. Metimos a Capi y el equipo mejoró. Cualquier equipo gana hoy con facilidad con nuestras ocasiones, pero cometemos una serie de errores que nos cuestan puntos. En dos jugadas desgraciadas nos meten dos penaltis", expuso el preparador.

En cuanto a las soluciones que debería buscar Paco Chaparro, si es que se sienta la próxima semana en el banquillo de El Sardinero, ese campo que le trae tan buenos recuerdos de la salvación de hace dos temporadas, el técnico está seguro de que las puede aplicar. "Claro que hay soluciones. El equipo no está sin correr, sin ganas ni deseo. En ningún momento no se ha corrido", señalaba el de Triana. "Hay ciertas ocasiones en las que el equipo se cae. El equipo se ha roto por el medio. La defensa se ha quedado detrás y no apretábamos como en los primeros minutos. Son esas fases que pasa el equipo de una pequeña desorganización, y ahí vino por ejemplo el 1-1", añadió.

Dos temas importantes ocupan y ocuparán espacio en la mente de Chaparro y todos los béticos: la jugada del penalti de Ricardo en el descuento y la posible lesión de Sergio García. Sobre la acción del luso, Chaparro dijo: "Ha pedido la pelota y Arzu se ha quitado. Ha medido mal y ha metido la rodilla y ha hecho penalti. A veces pasan esta clase de jugadas". Sobre el asunto del delantero, el entrenador pide que se "espere a las pruebas" de hoy. "Puede ser una lesión importante en la rodilla. Me parece que es así porque se le ha doblado. Tiene la pierna mal", apostilló.